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Públicado por el Ago 17, 2015 in Informes, SliderHome |

Los 10 malos habitos más comunes al manejar

Los 10 malos habitos más comunes al manejar

Aunque no nos guste admitirlo, todos tenemos nuestras manías-obsesiones, y todos negamos tenerlas. Nuestras manías son el fruto de costumbres que acaban sufriendo los demás hasta puntos que pueden ser consideradas como inaceptables o incómodas.

Nuestro auto tampoco se libra de los malos hábitos que podemos adquirir tras sacarnos el permiso de conducir y que a la larga pueden afectar su vida útil. Entre la relajación y la no atención, se producen acciones que pueden causar siniestros viales y que en muchos casos pueden acabar de mala manera, tanto para nosotros como para el resto de los conductores. Conocerlos ayudara a poder corregirlos.

1. No darle importancia a las luces de advertencia del tablero

Cuando un indicador se enciende en el tablero de instrumentos, es importante abordar el problema de inmediato. Si no sabes lo que significa la luz, comproba el manual del usuario o llama a tu mecánico. Algunas luces de advertencia pueden alertarle algunos problemas muy graves, como una fuga de refrigerante, que pueden hacer que el motor se sobrecaliente. Un control preventivo a menudo evita que el problema vaya a mayores. Muchas veces dejamos de lado aquello que nos preocupo por tan solo unos minutos.

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2. Abusar de los frenos

Para ciertos conductores, cualquier maniobra que implique una reducción de la velocidad, debe hacerse pisando el pedal del freno. Hacer esto durante un largo periodo de tiempo trae mayor desgastes de discos, pastillas y líquidos de frenos. Para evitarlo, lo mejor es utilizar una relación de cambio más corta y dejar que el freno motor haga el trabajo del sistema de frenado. La vida de nuestros frenos se alargarán notablemente.

3. Conducir con un bajo nivel de aceite

El aceite del motor es un componente fundamental ya que permite que todos los componentes del mismo giren con la menor fricción posible. Un mal hábito es no revisar periodicamente su nivel, lo cual es clave para el funcionamiento eficiente del motor. Ojo, llevar el nivel más alto del máximo puede ocasionar daños a elementos afines, como el turbo o el filtro antipartículas (FAP). Pero un nivel inferior al mínimo también daña el propulsor, provocando mayores desgastes por fricción y mayor sobrecalentamiento. Por eso, conducir sin aceite implica destruir el motor en pocos minutos mientras que mantener el aceite antiguo durante mucho tiempo disminuye considerablemente la vida útil del motor.

4. Realizar una conducción agresiva

Acelerar bruscamente no ayuda a ganar tiempo y tiene efectos negativos sobre tu auto. Se consume más, se calienta en exceso el motor y los neumáticos se desgastan. Este tipo de conducción no acabará con tu auto inmediatamente, pero hará que el motor, la transmisión y el sistema de frenos se deterioren mucho más rápidamente de lo previsto. Es un gasto innecesario de nafta y de ruedas, además de que daña la transmisión, el embrague, la caja de cambios y el diferencial.

5. No verificar de manera periódica la presión de los neumáticos

Puede causar un desgaste irregular, provocando que se deterioren de manera prematura y eso obligue a gastar un dinero que no estaba previsto. El neumático puede sufrir también daños producto de objetos que se pueden encontrar en la calzada (hierros, piedras, baches,etc) causando un siniestro. Acostumbrate a comprobar la presión de los neumáticos. Es una tarea que se realiza en cinco minutos y te puede ahorrar un problema.

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6. No prestar la suficiente atención al estacionar

Para los que menosprecian el cuidado de los neumáticos, este hábito suele ser uno de los más comunes. Al estacionar, se puede cometer el error de dejar ligeramente una llanta sobre una vereda o escalón. Debido al peso del vehículo, esta puede sufrir deformaciones o pequeños cortes que podrían dañar también la suspensión. Como conclusión, esto obligará su reemplazo por tan solo apurarnos a estacionar.

7. Pasar una loma de burro a velocidad

Aunque la mayoría frena al aproximarse a una de ellas, a veces el apuro tienta a que de lo mismo con qué velocidad se elige pasar. Sin embargo, acá hay dos cosas en juego, una de ellas es que las llantas podrían verse implicadas al pasar a velocidad, y segundo, los puntos de anclaje de suspensión también podrían dañarse. Por ello, por más contratiempos, tomate menos de un minuto para reducir la velocidad.

8. Realizar de manera correcta los cambios

Aunque muchas veces no le demos importancia a este detalle, es muy importante tenerlo en cuenta en todo momento. La transmisión es una de las partes más complejas y costosas de tu auto, por lo que es importante cuidarla. Esos arranques de pasar de primera a tercera tienen sus consecuencias. Evita hacer esas maniobras de saltarnos velocidades o revertir bruscamente la velocidad, ya que afecta los engranajes internos de la transmisión y en un futuro afectarlos o destruirlos.

9. Postergar el cambio de neumáticos

Conducir con llantas lisas es muy arriesgado, y a pesar de que es costoso, es vital para la seguridad de todos. Mas allá de que en algún momento escucharemos un ruido extraño y no le demos importancia o tan solo por unas horas, a la larga se nos presentaran una serie de consecuencias.

10. ¿Dónde debemos cargar combustible?

En este caso, un combustible en mal estado o inapropiado puede ocasionar una mala combustión y que se pare el motor, así como daños en inyectores, bomba inyectora, bomba de combustible y filtro de combustible. Hay que evitar llevar por costumbre el depósito siempre en reserva, lo cual es un mal hábito.